//

lunes, junio 22, 2020

Reinvertarse nuevo desafío para el basquetbol nacional

¿Cuál será  el el futuro de la Liga Nacional de Básquet en Argentina?

¿Cuál será el rumbo que tome la competencia a partir de la pandemia?

¿Se podrá seguir jugando como hasta ahora o será momento oportuno para darle una vuelta de rosca?

¿La dirigencia habrá tomado nota a está nueva realidad que se avecina, sobre todo en términos económicos?

¿Se reestructuraran las competencias en el ámbito nacional, federativo y asociativo?

Preguntas y más preguntas que nos hacemos luego de cancelada la temporada 2019/20.


La Liga Nacional dio su puntapié inicial allá por 1985. Una Liga que lleva 35 años de historia y que tuvo su época de esplendor y furor hasta principios de 2000, con equipos competitivos, con extranjeros de fuste, con nacionales de relieve y con canchas llenas.


Y a medida que fueron pasando las temporadas en estos últimos años, dió la sensación que se fue perdiendo ese protagonismo a causa de múltiples factores.


Pero la idea de esta nota no es subrayar esos puntos, sino hacer un aporte y analizar de que manera se puede reinventar o mejorar las competencias.


Quizás un formato de juego más acorde a esta nueva realidad (por ej. Con 2 o 3 partidos semanales), una mayor cantidad de fichas nacionales (sobre todo si tenemos en cuenta que va hacer difícil contratar extranjeros), menor cantidad de equipos y que haya descensos, sería una buena medida.


Ahora que ya fue cancelado el torneo será momento para parar la pelota y tener un panorama más claro para lo que viene.


Con los J.J.O.O de Tokio a la vista, jugar una Liga corta o de transición (de 5 o 6 meses por ej.) quizás sea buena oportunidad para relanzar el básquet (mientras se trabaja en el sponsoreo y la difusión).


La dirigencia en conjunto tiene que sincerarse y analizar que básquet quiere. Ya son varias las voces que piden un cambio radical. Es hora de escuchar y tomar nota.


Y otro punto más que importante es pedir la opinión urgente de los verdaderos protagonistas (jugadores y sobre todo los entrenadores).















Por último y con respecto a la pirámide basquetbolistica se puede aprovechar este momento de parate para analizar y en su caso reestructar las competencias.


La elite (hoy en día con 20 equipos parece ser demasiado) y quizás volver a 16 sería más conveniente.


La segunda categoría de ascenso (hoy participan 28 clubes) viene perdiendo peso hace varias temporadas. 


Reducir ese número, jugar con equipos que tengan aspiraciones de pelear los primeros puestos y fortalecer el Torneo, puede ser una solución.


Luego, se podría considerar una nueva "Liga Nacional B", con las instituciones que no jueguen el TNA y con los clubes más fuertes del Torneo Federal que busquen ser protagonistas y vayan por un salto de categoría.


En estos niveles se podrían insertar varios juveniles para desarrollarse y sumar experiencia al foguearse en torneos profesionales.


Finalmente, el 4to. Escalón de la pirámide: el  TFB. (hoy con 72 equipos).


Potenciarlo con menor cantidad de clubes (reducirlos por región) y a su vez esto va a dar la posibilidad de fortalecer los torneos locales que fueron perdiendo protagonismo.


En resumen tomar este receso y pensar una transición hacia el 2021 es una oportunidad para no desaprovechar, si se quiere seguir ampliando la base del deporte y mejorar las competenciones.

0 comentarios :

Publicar un comentario